Perder en Tenerife no era grave. Ganar en Tenerife podía ser vital para el ascenso. El Lucentum hizo las dos cosas en un mismo partido. Con 22 puntos (sí, sí 22 puntos) al entrenador del equipo alicantino, Oscar Quintana, le pitaron una técnica. No hay problema. El problema llegó cuando el Lucentum había aguantado bien el arreón tinerfeño y (que curiosidad) a Quintana le pitan una segunda técnica. A partir de ahí el partido se acabó. Se adueño de él el Tenerife...no, perdón Antwain Barbour.
Repito. No pasa nada por perder en Tenerife. El problema es que todo se iguala a partir de ahora. Lucentum, una derrota. Melilla y Tenerife, dos. Y hay que pensar en la cuestión mental. El Lucentum tuvo tan cerca una victoria que hubiera sido un golpe en la mesa...que no sabemos como reaccionará a partir de ahora.
1 comentario:
Al ser la primera adversidad de la temporada, el partido del domingo va a ser muy interesante para ver como se rehace el equipo del partido de Tenerife.
Además la baja de Cazorla y un Llompart tocado harán más difícil si cabe el partido.
Esperemos que Quintana no se una a la fiesta...
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