Unicaja Málaga
Muchas dudas generó el proyecto de Unicaja al principio de la temporada. El conjunto de Málaga nos tiene acostumbrados a fichajes de renombre en los últimos tiempos, pero esta campaña solo la llegada de Aíto fue sonada. El seleccionador, que dejó a la selección en un excelente segundo puesto en los Juegos Olímpicos, llego para revolucionar Málaga, y vaya si lo ha conseguido. La dirección le dio lo que él quiere: jugadores que sepan jugar en conjunto y no sean estrellas.
Muchos dudábamos de la calidad de Omar Cook, o de que Archibald fuera el perfecto sustituto de Santiago. Pero el base está demostrando que es muy efectivo, sobretodo buen pasador, y Archibald que sigue siendo el trabajador que se pega por todas. Además, el equipo rinde a la perfección.
Pero esta temporada el equipo está sufriendo un gran contratiempo: las lesiones. No había comenzado la temporada, y el jugador más prometedor de su cantera, Alfonso Sánchez, se volvía a lesionar. Poco después fue Germán Gabriel. Dos se podían suplir, pero la posterior lesión de Berni obligaba a fichar, y llegó Joseph Gomis. Las lesiones no acaban aquí: Carlos Cabezas volvía a torcerse el tobillo y Marcus Haislip sufría una rotura de fibras. De nuevo la solución era fichar, y llegó Paul Shirley, uno de esos jugadores que no destacan, pero que Aíto aprovecha a la perfección.
Ya conocemos el juego de Aíto. Buen ataque y una mejor defensa, todo esto acompañado de constantes rotaciones. Todos los jugadores colaboran, y por ello, a pesar de las lesiones, uno sabe dar al equipo lo que el otro deja de aportar. Y han llegado a la Copa del Rey (clasificados virtualmente, no matemáticamente). Muestra de ello son las estadísticas. Solo Cabezas y el fichaje eritreo Thomas Kelati superan los 10 puntos por partido y Jiménez y, de nuevo, Cabezas, los 10 en valoración. Y el base está lesionado. Algo que para muchos sería incomprensible, el como un equipo que no realiza grandes números está ahí arriba, solo cabe en la cabeza de la gente si mira al banquillo y encuentra al gran Aíto.
La clave, insisto, está en la defensa. Unicaja es en estos momentos quien tiene mejor defensa; solo encaja 70 puntos por partido. Además, es el que más recuperaciones consigue por partido con 11.
El hombre que puede marcar la diferencia: Jiri Welsch.
Siempre ha sido un anotador, irregular, pero anotador. El checo está llevando las riendas ofensivas del equipo en los últimos encuentros y hasta que no se recuperen sus compañeros pienso que los balones seguirán llegando a sus manos. También es muy buen defensor. Es el Rudy de Aíto en Málaga.
jueves, 4 de diciembre de 2008
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