El Lucentum volvía a un playoff de ascenso a la ACB seis años después. Y el Alicante Costablanca vivió un partido en el filo de la navaja y apunto estuvo de ceder la primera victoria del playoff al Club Baloncesto Villa Los Barrios. Sólo una serie de milagrosas circunstancias lo impidieron.
El Alicante Costablanca, como casi siempre, dio su mejor cara al inicio. El equipo alicantino movía bien el balón encontrando siempre bien colocados a sus pivots, Andriskevicius y Coppenrath. No hacía falta mucho más para descubrir las vergüenzas del equipo gaditano. Sabaté, que realizó un extraordinario en el partido de la liga regular, fue prácticamente invisible en ese primer cuarto gracias a la defensa de Digbeu. A pesar de ello el marcador de esos primeros diez minutos era exiguo (18-14) Las razones eran lo blandos que se encontraban los jugadores en la defensa y en el rebote. El equipo de Los Barrios, sabedor de su inferior calidad, puso todas sus energías en los aspectos defensivos del juego. Y hasta ese momento le salió bien ya que el Lucentum no se escapó en el marcador.
Sólo de defensa no se vive. Y el Lucentum se lo enseñó a su rival en el segundo cuarto. Tras un inicio titubeante en el que Los Barrios llegó a comandar durante unos escasos minutos gracias a un parcial de cero a ocho (18-22) el Costa Blanca enseñó su mejor cara. Todo centrado en dos jugadores, Stephane Dumas y Taylor Coppenrath. El primero demostró que cuando el Lucentum juega con un base puro ofrece su mejor rendimiento. Movió el equipo con cabeza, supo encontrar a los tiradores (triples de Carroll) y sobre todo hizo correr al equipo. Todo eso quedo refrendado en un espectacular alley-oop que realizó Alain Digbeu a pase de, como no, Dumas que permitió al Lucentum escaparse en el marcador. Por otra parte Coppenrath fue un auténtico muro para los pívots de Los Barrios. Una de sus estrellas, Adrian Moss, prácticamente no apareció gracias al trabajo defensivo del estadounidense. Con este panorama el Lucentum llegó con nueve puntos de ventaja al descanso sin que nadie presagiara el desastre que iba a acontecer (36-27).
El Alicante Costablanca, como casi siempre, dio su mejor cara al inicio. El equipo alicantino movía bien el balón encontrando siempre bien colocados a sus pivots, Andriskevicius y Coppenrath. No hacía falta mucho más para descubrir las vergüenzas del equipo gaditano. Sabaté, que realizó un extraordinario en el partido de la liga regular, fue prácticamente invisible en ese primer cuarto gracias a la defensa de Digbeu. A pesar de ello el marcador de esos primeros diez minutos era exiguo (18-14) Las razones eran lo blandos que se encontraban los jugadores en la defensa y en el rebote. El equipo de Los Barrios, sabedor de su inferior calidad, puso todas sus energías en los aspectos defensivos del juego. Y hasta ese momento le salió bien ya que el Lucentum no se escapó en el marcador.
Sólo de defensa no se vive. Y el Lucentum se lo enseñó a su rival en el segundo cuarto. Tras un inicio titubeante en el que Los Barrios llegó a comandar durante unos escasos minutos gracias a un parcial de cero a ocho (18-22) el Costa Blanca enseñó su mejor cara. Todo centrado en dos jugadores, Stephane Dumas y Taylor Coppenrath. El primero demostró que cuando el Lucentum juega con un base puro ofrece su mejor rendimiento. Movió el equipo con cabeza, supo encontrar a los tiradores (triples de Carroll) y sobre todo hizo correr al equipo. Todo eso quedo refrendado en un espectacular alley-oop que realizó Alain Digbeu a pase de, como no, Dumas que permitió al Lucentum escaparse en el marcador. Por otra parte Coppenrath fue un auténtico muro para los pívots de Los Barrios. Una de sus estrellas, Adrian Moss, prácticamente no apareció gracias al trabajo defensivo del estadounidense. Con este panorama el Lucentum llegó con nueve puntos de ventaja al descanso sin que nadie presagiara el desastre que iba a acontecer (36-27).
Al contrario que muchos partidos de esta liga el equipo salió la segunda parte con ganas de rematar el partido. El acierto de Digbeu y Adriskeviciu pusó al equipo once puntos arriba (43-37) y con la sensación en el Centro de Tecnificación de tener el primer punto del playoff. Nada más lejos de la realidad. El Lucentum recuperó los malos hábitos que mostró durante gran parte de la temporada y se dejó llevar. El Villa Los Barrios sólo tuvo que ponerle más ganas con un extraordinario Chagoyen, acertar más en el tiro exterior y recuperar para el partido a uno de sus americanos, el pívot Adrian Moss. Ningún jugador interior que no fuera Coppenrath logró frenarlo. La sangría en un horrible tercer cuarto fue demoledora. El equipo gaditano logró hacer un parcial de 13-26 en esos diez minutos e irse cuatro abajo al final del tercer cuarto (49-53)
En el último cuarto se constató que esto era un partido de playoff. El Lucentum, atenazado por los nervios de un posible fracaso, no sabía darle la vuelta al marcador contra un equipo teóricamente inferior pero cada vez más seguro en la pista. Hasta llegar a unos dos minutos finales casi surrealistas. Con seis abajo (59-65) y la victoria casi segura del lado andaluz llegaron dos milagrosos triples. Uno de Fisher (62-65) ,que hasta ese momento sólo llevaba un veinticinco por ciento en tiros de tres, y otro de Coppenrath (65-65), que sólo llevaba siete triples en toda la temporada. Tras dos tiros libres de Los Barrios (65-67) y con posesión para el equipo alicantino llegó el extraño final. Los árbitros señalaron una falta claramente antideportiva cometida sobre Andriskevicius. Esta señalización provocó la ira del entrenador visitante Moncho Fernández que llegó a invadir la pista. Los colegiados, con muy poca paciencia, le señalaron dos técnicas, lo cual le supuso la expulsión. Todo esto sucedió ante una grada que no podía creer lo que estaba viendo. El Alicante Costablanca supo estar frío, anotar los tiros libres y llevarse la victoria (73-67)
El Lucentum se apunta el primer tanto de la eliminatoria pero deja muchas dudas sobre su juego, en especial, su desastrosa segunda parte. A tenor de lo sucedido el equipo debe mejorar porque no se sabe cuantas veces se pueden repetir milagros como el que aconteció en este inicio de playoffs
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